Desde hace varias décadas la venta de pisos de segunda mano
ha sido una constante ya que se daban muchos supuestos que ante el crecimiento
de la familia o por traslados de ciudad tenían necesidad de vender la vivienda
habitual y por otro lado había una fuerte demanda hacia este tipo de vivienda
porque los precios eran bastante inferior a que si se tratasen de nuevos.
En primer momento el anuncio de estas ventas se hacia a
través de familiares y conocidos y a través de la pegada de carteles donde se
anunciaba dicha venta. Ante el auge de viviendas que se ponían a la venta
surgieron las inmobiliarias que por cierto precio publicaban en sus locales la
venta de los pisos o incluso buscaban compradores.
Muchos personas que tenían intención de vender sus viviendas
con el fin de abaratar las transacciones optaban por publicar anuncios por si
mismos para la búsqueda del comprador, con lo que se evitaban los honorarios de
los intermediarios tales como las inmobiliarias.
Entre las formas mas generalizadas de hacer llegar el
conocimiento de dicha venta al mayor numero de personas posibles se usaban los
anuncios clasificados en la prensa escrita.
Estos anuncios se regían por la norma de pagar equis
cantidad de dinero por cada palabra insertada en el periódico, por lo que por
un precio muy reducido la noticia o comunicado de venta llegaba a conocimiento
de un gran numero de personas. Se debía elegir con sumo cuidado la elección de
las palabras que compondrían el anuncio clasificado para transmitir la esencia
de la venta y no derrochar dinero en palabras que poco aportaban al anuncio
como tal.
La prensa escrita vio como la publicación de anuncios
clasificados era una fuerte fuente de ingresos, llegando a publicarse cada día
cientos de anuncios de diversas cosas u objetos de segunda mano que se ponían a
la venta, para lo cuales las empresas del sector crearon secciones de anuncios,
de ahí el nombre de anuncios clasificados.
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